Lo digital constituye un campo sobre el que también se focalizan las acciones indagación y análisis cuando se quieren esclarecer determinadas cuestiones o litigios, pues en ese ámbito también se evidencian conductas de individuos o prácticas en organizaciones. De hecho, es habitual que ese tipo de actuaciones se realicen en escenarios corporativos, por ejemplo: durante una investigación interna o como consecuencia de la ejecución de un sistema de gestión de compliance. Pues bien, la enorme cantidad de información existente en los dispositivos informáticos hacen prácticamente imposible el estudio individual de cada uno de sus elementos. Esta circunstancia ha impuesto que, cuando se quiera examinar determinadas evidencias digitales recabadas, deba recurrirse a procesos de estudio que, siendo rigurosos, resulten factibles. A tal efecto, se ha desarrollado un procedimiento de análisis de la evidencia digital que extrae de la misma el conjunto de elementos relevantes que guardan relación con el objeto de la indagación: el procedimiento denominado E-Discovery. Además, podría completarse con otros que posibilitan la extracción de conclusiones con sustento en los elementos relevantes. En el presente artículo se abordan tales procesos, su configuración, cuestiones que plantean, contenido esencial y el posible encaje entre el elenco de medios de prueba existentes dentro del proceso judicial.
Enlace: https://doi.org/10.5944/rduned.30.2022.36855
Derechos: https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Enlace: https://doi.org/10.5944/rduned.30.2022.36855
Derechos: https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/